Delantero centro de referencia, que destaca por su habilidad para el desmarque y también por su gran movilidad dentro del área. Es un jugador ágil y hábil, potente y dotado de un gran disparo y notable calidad técnica.
En 2017, Dani conquistó la Copa del Rey y la Copa de Campeones con el Juvenil A del Real Madrid. Ha hecho una pretemporada con el primer equipo y su padre, Míchel, jugó en el filial del Atlético de Madrid.