Las escuelas sociodeportivas en El Salvador retoman la actividad presencial
Los proyectos se realizan con Fundamadrid, Cesal y la colaboración de Fundación Mapfre.

Tras largos meses de actividad solamente telemática de educación en valores, las escuelas sociodeportivas de la Fundación Real Madrid en El Salvador vuelven a desarrollar sus actividades de manera presencial en el terreno de juego, siguiendo un protocolo sanitario estricto adaptado a las indicaciones de las autoridades competentes, con el objetivo de crear entornos seguros.
Los primeros en pisar de nuevo el campo han sido los alumnos de las escuelas sociodeportivas que se desarrollan con Fundamadrid, socio local de la Fundación Real Madrid desde el año 2003. Estos proyectos con más de 650 beneficiarios, menores en riesgo de exclusión social, se desarrollan gracias a la colaboración de la Fundación Mapfre en los municipios de Mejicanos, Masahuat, Suchitoto, Santa Ana, Antiguo Cuscatlán y Soyapango. Desde esta semana pueden volver a disfrutar del fútbol educativo en estos proyectos de atención integral en los que además reciben talleres sobre prevención de la violencia y liderazgo, y en algunas sedes inglés e informática.
Por su parte, la escuela sociodeportiva de Ícaro en Sacacoyo, en colaboración con la ONG Cesal, se desarrolla desde 2019 y atiende a más de 130 niños y niñas, que junto al deporte educativo reciben refuerzo escolar, controles médicos y nutricionales, consejería familiar y participan en un programa psicopedagógico para alumnos con problemas de aprendizaje o comportamiento.
Regreso progresivo
Durante los primeros meses de 2021 cerca de 300 beneficiarios han regresado progresivamente a las actividades sociodeportivas. Durante el periodo de confinamiento, en el que se desaconsejaban las actividades grupales, gracias al apoyo de los partners sociales y los educadores locales, estos proyectos se adaptaron a las circunstancias manteniendo los entrenamientos deportivos online y apoyando a los beneficiarios con refuerzo escolar, atención psicológica y trabajo con las familias de forma virtual. De esta forma, a pesar de las dificultades, los socios han mantenido su compromiso con el bienestar y formación de los beneficiarios.