Las Fundaciones Pequeño Deseo y Real Madrid celebran más de 20 años de colaboración con el deseo de Hugo
Iker Casillas cumplió la ilusión de un niño de 11 años enfermo de cáncer cuyo sueño es ser portero, como su ídolo.
Hugo es un niño de 11 años que padece un cáncer, un linfoma de Hodgkin. Su afición desmedida por el fútbol y su admiración por Iker Casillas le llevaron a querer ser portero, y lo consiguió. Era guardameta del equipo de Brunete cuando le sorprendió la noticia de la enfermedad. Entonces, comenzó el partido más complicado de su vida, con los largos ingresos y un duro tratamiento. Pero, eso sí, siempre con la fotografía de la leyenda del Real Madrid en su mesilla, como apoyo.
Para un niño que está acostumbrado a entrenar con su equipo y a jugar al aire libre, es muy duro enfrentarse a la soledad de la habitación, a la monotonía de la cama y a las paredes de un hospital. La Fundación Pequeño Deseo no dudó, al recibir la llamada de la oncóloga infantil del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, en ponerse manos a la obra para hacer realidad su mayor sueño, recurriendo a la ayuda inestimable de la Fundación Real Madrid, con la que lleva colaborando más de 20 años.
Visita a la Ciudad Real Madrid
De esta manera, Casillas, actualmente adjunto al Director General de la Fundación Real Madrid, recibió a Hugo en la Ciudad Real Madrid, en una visita organizada por ambas fundaciones, similar a las que llevan a cabo otros menores atendidos por ambas Fundaciones cada temporada desde hace más de 20 años, para cumplir sus sueños. La sorpresa fue máxima para Hugo, que casi se quedó mudo de la ilusión al descubrir que el hombre que estaba bajo la capucha a su lado no era otro que Iker Casillas: “¡Hugo, se ha cumplido tu deseo! ¿no?”. Ambos pasearon por las instalaciones deportivas, vieron los entrenamientos de los alevines y compartieron los secretos de este deporte. El niño recibió los consejos del campeón del mundo. Un momento que sin duda Hugo no olvidará. Le firmó la camiseta, se hizo fotografías y le deseó un pronto regreso al terreno de juego.
Su tratamiento va viento en popa y vive con la ilusión de volver a jugar. “Para mí, Iker es lo más importante del mundo y el Real Madrid, un equipo que nunca se rinde, que pelea y que lucha. Siempre está ahí, es un ejemplo para mí”, dice Hugo.
“Es un chaval lleno de ganas de fútbol. He estado feliz de poder compartir una conversación con él y la ilusión que tiene por ser futbolista”, dijo Iker tras vivir la experiencia de hacer realidad este deseo. Un gesto tan pequeño que tiene una relevancia tan grande para quien lo experimenta, incidiendo en su bienestar y en el de su familia.