Este programa semanal de continuidad se ha consolidado en parte por el aumento de volumen de las personas sin hogar tras la crisis, con perfiles diferentes al tradicional al incluir en la actualidad personas más jóvenes y de origen foráneo, fundamentalmente víctimas de la recesión económica. Las herramientas básicas de este programa son la aplicación de la psicología deportiva y los valores personales de transformación, que caracterizan la práctica deportiva de equipo con asiduidad. El objetivo es contribuir a la recuperación anímica de sus participantes, colaborando de esta manera a su reinserción social.
Las sesiones incluyen la transmisión de valores del deporte como la motivación para el esfuerzo y la superación, el compañerismo, la autonomía o la autoestima, que modifican la conducta de los participantes y mejoran su vida. Esta línea de proyectos se desarrolla en colaboración con Cruz Roja Española, el Ayuntamiento de Madrid y la Fundación Padre Garralda-Horizontes abiertos.