En el viejo continente, excluyendo a España (donde más proyectos se realizan), la intervención de la Fundación ha aumentado cada temporada en los últimos 20 años, gracias a las alianzas con entidades sociales, educativas y deportivas multinacionales, buscando sinergias que permitan la sostenibilidad de cada una de las escuelas sociodeportivas.
La colaboración con entidades sin ánimo de lucro, así como con centros educativos, colegios o universidades, suponen la base de la intervención social para alcanzar el desarrollo integral de los beneficiarios a través de la promoción de la escolarización y los hábitos saludables, y la prevención de situaciones marginales o vicios nocivos.
La situación socioeconómica europea, muy diferente a la de otros continentes, presenta sus propias carencias y necesidades, para las que el deporte socio-educativo es una herramienta de intervención óptima gracias a la colaboración público privada.
Las escuelas sociodeportivas en Europa, desde Portugal a Rusia, cuentan con desarrollos individualizados y comparten actividades sociodeportivas únicas como la Copa Alma, un torneo de encuentro y convivencia deportivo-cultural muy formativo para los beneficiarios, en el que los valores son los protagonistas.