"Soy un jugador muy enérgico y me considero un gran defensor y reboteador"
La relación de Marcus Slaughter con el Real Madrid va más allá de la firma de su contrato en el verano de 2012. Viene de tiempo atrás, en la primera etapa del americano en la Liga española. Se disputaba la jornada 23 de la Liga Endesa y los blancos recibían al Blancos de Rueda Valladolid, por aquel entonces equipo del pívot norteamericano. En la previa de ese enfrentamiento, el Real Madrid le regaló una camiseta con el nombre de su hermano Jemall, fallecido a los 18 años, cuando Marcus sólo tenía nueve.
“El Madrid me dio una camiseta con su nombre. Se la mandé a mi madre y ella lloró”, explica orgulloso Slaughter, que lleva el número 44 en honor a su hermano. Ahí comenzó un idilio entre club y jugador que ahora se prolonga dentro de la pista defendiendo los mismos intereses.
De juego muy vistoso y gran espectacularidad, los aficionados madridistas disfrutan con cada una de sus acciones. El pívot, un jugador muy querido por la afición, se ha convertido en pieza importante en el juego interior blanco.